Antonio Cilloniz de la Guerra

Un modo de mostrar el mundo

ÉTICA POÉTICA
(de Huellas de la mano en la escritura)

1

Acorralado
siento la soledad de un preso
a duras penas condenado
a ver por las rendijas de sus ojos
el día pero no los años,
la noche pero no los sueños,
las sombras pero no los cuerpos.
Y entre rejas, que son mis versos
-con sus mismas muñecas como esposas
y grillos ambos pies-,
hasta soy prisionero
de mis propias palabras.
A veces le hablo a las paredes
incluso cuando callo
y estas cuatro paredes me comprenden.
Por eso yo las amo.
No piensan aunque sé que existen
y entre ellas vivo preso pero libre.

 

2

Yo plasmo mi desolación
en estas palabras.
En estas palabras que después tropezarán
con gente en busca de consuelo.
Para que al menos en la soledad de mis palabras
alguien pueda sentirse acompañado
más que yo de mí mismo.

 

CONJURA DE LAS TRANSFORMACIONES
(de Somnodor o la estética del trabajo)

1

Por las estancias del Palacio
sobre bruñidos mármoles
nuestras plantas pisaban
silenciosas alfombras. Suavemente
rozaron nuestros dedos
el ébano y la seda
de muebles y tapices, bronces
y delicadas porcelanas.
Tanto esplendor nos fuera dado en un salón
por soportar la soledad de un noble
ante el temblor de fuego de su sombra.
Mas a través de los visillos
nuestra mirada siempre se perdía,
tras el sudor y el sufrimiento
detrás de las ventanas,
turbando nuestro espíritu.
Entonces fue
más allá de aquellos cristales fríos
cuando las artes
recompusieron toda su armonía.

 

2

Este verso está libre
para anunciar al pueblo las nuevas catástrofes.
Igual que la armonía de los pájaros y de las flores,
de las flores y el viento,
del viento y de las nubes,
de las nubes y el mar,
esta imagen bellísima que me emociona,
ese sentimiento profundo
que me enajena,
aquella idea
brillante por descabellada
no son más que reflejos tímidos
del movimiento de los astros por el cielo
y del polvo y el polen
por el agua o el aire.
Como mi alma que no es
nada más que la memoria de mi mente,
así no es mi conciencia
la conjunción de todas mis moléculas
ni la infinita agitación de todos sus átomos,
sino la imagen de unas sombras
acunada en un sueño
como yerbas debajo de las piedras.

blog comments powered by Disqus